Liderazgo obsoleto y el riesgo de extinción
La extinción es el destino indiscutible de las organizaciones y las sociedades obsoletas. Y ya hemos tolerado Lidersaurios y su liderazgo obsoleto por tanto tiempo que nos hemos puesto en una situación precaria. Si no resolvemos los problemas globales pronto, prácticamente nos estamos condenando como especie.
La crisis del liderazgo obsoleto es, sin duda, la principal causa de todas las crisis que afectan a la humanidad hoy. Y es cierto, no es la única causa, pero sí la más impactante y la más urgente. Ya no hay “mañanas” que perder, llegó el momento en el que “algún día” se convirtió en “hoy”.
Liderazgo obsoleto y las fronteras mentales
Por ejemplo, nuestros líderes están condicionados para “proteger” fronteras que son irrelevantes ante los desafíos globales que todos juntos necesitamos resolver.
Observa cómo nuestros líderes operan de forma completamente descoordinada ante temas que trascienden fronteras, como el cambio climático o la pandemia, y verás claramente los paradigmas obsoletos que están en plena ejecución. Por eso, ahora que enfrentamos crisis globales y que demuestran claramente nuestra interdependencia mutua, la obsolescencia de los paradigmas actuales se ha vuelto cada vez más evidente.
Un paradigma obsoleto es la peor frontera que existe, porque es una frontera mental, invisible, que ni siquiera se puede trazar en un mapa.
El precio de mantener paradigmas obsoletos
Nuestros líderes pueden tener buenas intenciones, pero han fallado porque les han vendido la idea de que, con solo adoptar ciertos hábitos, seguir ciertas ideologías y aplicar ciertas reglas, todos los problemas se resuelven “auto-mágicamente”. Las fórmulas del pasado no se aplican bien en un mundo en el que cada día enfrentamos crisis, caos y cambios constantes.
A nuestros líderes no les han enseñado a crear y superar “mejores prácticas”; más bien les han enseñado a imitarlas, sin siquiera cuestionarlas. Les han enseñado a buscar la mejor respuesta, en lugar de formular la mejor pregunta. También les han enseñado a ignorar y vilificar a quienes hacen las preguntas duras, en lugar de escucharlos con atención y aprender a pensar de forma independiente.
Les han enseñado solamente a preguntar “qué” y “cómo”, en lugar de iniciar por preguntar “quién” y “por qué”. Intentan una y otra vez resolver los problemas sin entenderlos primero.
Liderazgo obsoleto como un concurso de popularidad
A nuestros líderes les han enseñado a buscar atajos, a hacer lo fácil, lo cómodo. Les han enseñado a repudiar lo diferente, lo cual siempre es fácil; en lugar de luchar por hacer la diferencia, lo cual nunca es fácil.
Les han enseñado a huir de la responsabilidad de convertirse en un buen modelo a seguir, en lugar de correr hacia ella. Les han enseñado a encajar, a quedar bien y a hacer lo que es popular; en lugar de hacer lo que es necesario, aunque sea impopular.
Pero… ¿De qué sirven al final las decisiones populares, si son negligentes?
La crueldad del liderazgo obsoleto
El liderazgo tradicional está roto. Está tan roto que la juventud está perdiendo la esperanza de un Futuro Viable, lo cual es muy cruel. Mantener la esperanza es indispensable, porque la esperanza es como una inyección de energía creativa para aprovechar las opciones y oportunidades que aún nos quedan. El optimismo no alcanza, porque no podemos cruzarnos de brazos y simplemente vivir con la expectativa de que mágicamente todo será positivo y nada será negativo.
Tampoco podemos permitir que la juventud siga cayendo en el letargo, el desamparo, la desesperanza. Llegó la hora de tomar acción.
Sin acción todo es inútil, porque la esperanza sin pujanza es un anhelo ilusorio.
Conclusión
Estamos en un punto de inflexión histórico y necesitamos de un liderazgo renovado, reimaginado y colaborativo, que nos ayude a crear un Futuro Viable (adaptable, sostenible y escalable) para todos.
No necesitamos líderes que hablen acerca de los problemas globales; necesitamos líderes que acepten el desafío de la reinvención, para evitar nuestra extinción. No necesitamos líderes perfectos, solo necesitamos líderes a quienes les importen más sus nietos y biznietos que sus egos y sus bolsillos.
La buena noticia es que todavía hay esperanza de resistir y resurgir porque, a pesar de las adversidades que vivimos, para cambiar el destino de nuestras organizaciones (y quizás también de la humanidad) solo debemos empezar por apoyar la reinvención de nuestros líderes. Con líderes antiobsoletos tenemos la esperanza de lograr organizaciones humanas (gobiernos, empresas, familias, comunidades) antiobsoletas.
Hora de tomar acción
- El tiempo se acaba para enfrentar y resolver los principales problemas globales. Si no resolvemos los problemas globales pronto, prácticamente nos estamos condenando como especie. Como líder: ¿Qué vas a hacer hoy?
- ¿Cuáles son los paradigmas obsoletos que impiden que los líderes de tu organización tomen acción? ¿Sus principales fronteras mentales?
- ¿Cuáles son las “mejores prácticas” habituales en tu organización, y que aunque no son aplicables en un entorno de crisis, caos y cambios constantes, aún así tratan de aplicarlas?
- En lugar de buscar la mejor respuesta con base en paradigmas obsoletos… ¿Cuál sería la mejor pregunta que todo líder de tu organización debería formular?
- ¿Qué decisiones y acciones correctas, pero impopulares, te atreves a tomar hoy?
- ¿Aceptas el desafío de la reinvención, para evitar nuestra extinción? Como líder: ¿Qué vas a hacer hoy?